"Chocamos la calesita": pases de factura y alarma en el peronismo por las cuatro derrotas electorales

Las derrotas del peronismo en las cuatro elecciones provinciales del domingo desataron pases de factura internos por las intervenciones de Cristina Kirchner en Salta y Jujuy, dardos a Axel Kicillof por la herida sin cerrar en el espacio ante el desdoblamiento en Buenos Aires y una alerta por los resultados adversos en los centros urbanos.
“6% en Salta y 10% en Jujuy. Está claro que chocamos la calesita”, apuntó un referente peronista a las dos provincias con el escenario más preocupante para el espacio. En el distrito gobernado por Gustavo Sáenz la titular del PJ dispuso la intervención con Sergio Berni y María Luz Alonso, y en el territorio en poder del radical Carlos Sadir prolongó el control partidario por parte de Gustavo Menéndez y Aníbal Fernández.
En esas provincias el peronismo compitió dividido en las elecciones. En Salta la porción mayoritaria fue en el frente de Sáenz, con otro sello, y aparte el Frente Justicialista y otras opciones minoritarias. En Jujuy hubo tres ofertas vinculadas al espacio. En los dos casos La Libertad Avanza quedó segundo y le arrebató a Unión por la Patria el lugar de principal opositor con la mirada en 2027.
En Chaco y San Luis la fragmentación del peronismo también derivó en derrotas. Jorge Capitanich alcanzó el 33%, once puntos abajo de la lista del gobernador Leandro Zdero. Ese porcentaje obtuvo un armado de intendentes díscolos del PJ. “Sí íbamos juntos, empatábamos. Nos recibimos de boludos”, asumió un legislador nacional de esa provincia.
En San Luis la opción más fuerte vinculada al PJ, liderada por el ex mandatario Alberto Rodríguez Saá, alcanzó los 26 puntos y terminó a una distancia de más de 20 del frente impulsado por Claudio Poggi. “No ha sido un día feliz para el peronismo”, se limitó a decir Carlos Bianco, ministro de Gobierno bonaerense, ante una consulta en la habitual conferencia de prensa de los lunes.
En la sede de la calle Matheu defendieron las intervenciones a los PJ provinciales y volvieron a cuestionar el desdoblamiento dispuesto por Kicillof para la elección bonaerense. “No quedaba otra. Esos diputados y senadores son del Gobierno, no nuestros”, argumentó un dirigente de confianza de Cristina Kirchner sobre las posiciones de los legisladores de Salta y otros distritos en el Congreso nacional.
“¿Y entonces por qué con Catamarca y Tucumán nos hacemos los boludos?”, replicó un crítico de la estrategia de la ex mandataria, en alusión a que los diputados que responden a Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo también se mueven como aliados del oficialismo, y se respondió: “Porque (Lucía) Corpacci y (Juan) Manzur están con Cristina”. En el Instituto Patria aseguraron que en esas provincias no avanzaron con intervenciones para no ir contra gobernadores peronistas.
“Si seguimos así van a pintar el país de violeta. Con las elecciones desdobladas perdemos fuerza, si no formás parte de una propuesta nacional se hace todo más difícil”, siguieron del lado de la titular del PJ con las críticas a Kicillof por convocar a los comicios bonaerenses el 7 de septiembre. “Estamos viendo baja asistencia, y al poner más fechas potenciamos el hastío de la sociedad”, agregaron.
Los avances libertarios en la capital salteña y otras ciudades encendieron las alarmas en el peronismo. “Puede pasar lo mismo en parte del conurbano y en lugares como Mar del Plata, Bahía Blanca y Junín”, advirtieron. Para atenuar el clima negativo los dirigentes se aferraron a la expectativa de una buena elección de la lista encabezada por Leandro Santoro en la Ciudad. Así y todo las cuatro derrotas dejaron su marca: “Tiene que servir para replantear muchas cosas. No queda otra que estar unidos y en septiembre y octubre movilizar todo para que los nuestros vayan a votar”.
Clarin